Empezamos por el
principio. El primer documento a tener
en regla en España es el Documento Nacional de Identidad, D.N.I. Parece obvio ¿no? Pero conviene recordarlo. Cada cual en su país sabrá qué documento
tiene obligación de portar. Para los ciudadanos
de la Unión Europea estos documentos básicos propios de cada país nos son
bastante útiles y prácticos fuera de nuestro país de origen. Con el D.N.I. (en el caso español) se puede
viajar por multitud de países de U.E, y fuera de ella, sin más requisitos.
Decía más arriba que
parece obvio hablar del D.N.I. pero hay que tener en cuenta algunos aspectos:
Primero, es obligatorio
solicitarlo a partir de los 14 años, aunque se puede solicitar antes. Si un menor de esta edad va a viajar al
extranjero tiene que hacerlo con D.N.I.
En la comisaría de Policía aconsejan llevar también el libro de familia.
Segundo, caduca. ¡Obvio!,
pero hay que revisarlo antes de viajar. El periodo de validez a partir de la
renovación es:
- Cinco años, cuando el titular no haya cumplido los treinta en el momento de la expedición o renovación.
- Diez años, cuando el titular haya cumplido los treinta y no haya alcanzado los setenta.
- Permanente, cuando el titular haya cumplido los setenta años.
¿Por qué recuerdo
esto? Si vamos a viajar con niños al
extranjero tenemos que solicitar el
documento con la suficiente antelación.
La primera expedición suele ser más lenta en tramitarse. Os comento la anécdota porque “consejos vendo y para mí no tengo”. Las primeras veces que mis hijas salieron al
extranjero, en viaje familiar por Francia, ninguna viajó con D.N.I. La razón fue precisamente esa, se solicitó
pero el trámite inicial impidió tenerlo a tiempo. Llevamos, eso sí, el libro de familia que no
sé si hubiera servido de algo en caso de solicitarnos la documentación.
En cuanto al periodo de
validez habrá que tenerlo en cuenta para un viaje largo como el previsto para
la vuelta al mundo. Si va a caducar en
el tiempo previsto para el viaje será mejor solicitar su renovación con la
suficiente anterioridad a la fecha prevista de salida.
Se puede pensar que
raramente nos van a solicitar la documentación viajando por el espacio
shenguen. Yo recuerdo varias veces que
lo han hecho:
- Volviendo a España, en el pequeño pueblo de Etsaut o Urdós. Un gendarme en medio de la carretera nos paró y comprobó la documentación.
- También en Francia, cerca de la frontera italiana en un peaje de la autopista un batallón de gendarmes solicitaban la documentación, miraban inquisitoriamente y preguntaban alguna cosilla. Supongo que buscaban cierto nerviosismo en los ocupantes de los vehículos buscando a los malotes.
- Otra fue en la frontera de Suiza a Italia. Ahí sí que hay frontera pero un español por Italia tiene derecho de libre circulación y todo eso. Sin embargo, los carabinieri solicitaron la documentación. Era en una carretera alpina estrecha y nos dieron amablemente indicaciones al respecto.
- La más espectacular fue en República Checa, camino ya de Alemania, en la autopista. Un coche camuflado nos adelanta y pone el cartelito luminoso de “follow me”. Menos mal que lo entendí y lo seguí. Nos pararon en un aparcamiento, creo que un antiguo puesto fronterizo, y nos miraron e interrogaron en condiciones ¿¿?? Yo hablo español, francés e italiano. Ellos Checo, alemán e inglés. Divertido. Menos mal que mis hijas se manejan en inglés. Escanearon, sí, escanearon, la autocaravana con un gigantesco tráiler-scan móvil que tenían allí instalado. Les mosqueaba mucho el depósito de agua limpia. Al final buen rollito.
- Y como no nombrar cada vez que una autocaravana vuelve de Andorra a España, las paran a todas y siempre… debemos tener cara de delincuentes.
Pues eso, la
documentación en regla, que a veces la piden.