Hasta Puttgarden y más allá...

Tenía ya publicado un artículo con las primeras etapas pero no me gustó y lo borré. Así que empiezo de nuevo.  Ya en la preparación del viaje en el artículo "Cabo Norte II- Hasta el ferry de Puttgarden" explicaba la ruta a seguir los primeros tres días.  En principio cumplimos los plazos pero… siempre hay algún pero, también hubo algunas sorpresas.

Estas primeras etapas son de pura carretera, no obstante, aunque no haya visitado ningún lugar turístico, siempre ocurren cosas. El viaje es el viaje.

Salimos relativamente pronto, a las 9:45, repostamos gasoil y empezamos el viaje.  Mi idea era atravesar los Pirineos por Somport, aunque todos los planificadores de rutas nos reenvíen por autopista hacia Irún.  Desde Somport, dirección Olorón, Pau, Langón hasta enlazar con la autopista que rodea Burdeos… etc. Se puede tomar autopista ya en Pau.  Es una buena carretera y para velocidades lentas como es el caso de mi autocaravana más que suficiente.  Me gustaría saber qué entiende el navegador Tom Tom por “vía más rápida” porque no es la primera vez que con esta opción me mete por carreteras lentas y malas y aquí lo volvió a hacer.  Desde Olorón me desvió hacia Orthez y, aunque son algunos kilómetros menos, la carretera no es nada aconsejable.  El último tramo antes de Burdeos, pasado Orthez, es de una excelente carretera de doble carril.... ¡Llena de rotondas!  El colmo.  El transito, por consiguiente se hace muy lento.  Sigo prefiriendo ir hacia Pau.

Ni se os ocurra comprar el navegador Tom Tom Star 25.  Estoy de él muy harto.  Tiene muchísimos defectos que ahora no voy a comentar.  Ahora está de oferta con actualización gratuita de mapas de por vida.  NO CAIGÁIS EN LA TRAMPA.  Elegid otra opción.

Después de Burdeos, tal como ya preveía en sobre ruta alternativa y paradas, en lugar de tomar la A10, de peaje, tomé la N 10 hacia Angouleme que lleva hasta Poitiers.  Todo el tramo es tipo autopista gratis menos 20 km. de excelente carretera sin atravesar poblaciones ni rotondas.

La previsión era encontrar una área para autocaravanas para pasar la noche en la localidad de Jaunay Clan, cerca de Poitiers.  Con las coordenadas que tenía en ese lugar no había ni rastro de área.  O no existe ya o no la encontré.  Mientras daba vueltas buscando vi una autocaravana a la que seguí, pero se metió en el aparcamiento de Futuroscope, lugar que no me interesaba.  Dado que teníamos autonomía suficiente cenamos tranquilamente en el parque empresarial de Futuroscope, que nos pareció en declive, y nos metimos en la autopista para parar en la primera área de descanso que encontramos.  Al final del día 778 km.

El segundo día, después de tomarme un enorme, caro y rico capuccino de máquina de la autopista, emprendo ruta a las 8 (sí, madrugué un montón para ser vacaciones).  En el km 816 de la ruta, peaje.  Todavía debía estar medio dormido porque no reacciono al sablazo que me dan. 23'40 euros por 38 km de autopista.  Era un peaje automático, que detecta el tipo y clase de vehículo.  No hay con quien discutir.  Unos 200 km. más adelante otro peaje automático….. ¡pretendían cobrarme más de 80 euros!  Esta vez estaba dispuesto a pararme y cortar el tráfico de la autopista antes que pagar cuando veo un pequeñito botón para ponerme en contacto con un humano.  No hizo falta muchas explicaciones y cambiaron la clase de vehículo inmediatamente y el pago quedó en 22’20 euros.  Estos peajes automáticos detectan el volumen y no se cortan en considerarte un “poids lourd” o un autobús.  Está claro que los gerentes lo saben porque, repito, no tuve que dar muchas explicaciones por el interfono y enseguida se cambió la tarifa.  Ligera retención en el periférico de París.

Antigua maquinaria de la mina.                  Foto Esteban Ara.

Para la segunda etapa tenía previsto parar en el área de AC de "Blegny-Mine", cerca de Lieja en Bélgica.  Esta vez sí, la encontramos, un poco apartada de la autopista.  Un lugar excelente, es el aparcamiento del museo en el que se ha transformado la antigua mina de carbón de la localidad.  No pudimos visitarla, llegamos cuando ya estaba cerrada y al día siguiente había que madrugar.  No obstante, en el exterior se puede ver antigua maquinaria y accesorios.   Total km: 1479.

Tercer día.  De nuevo a levantarme temprano y salir cuanto antes.  Desde la entrada en Bélgica las autopistas son gratuitas, una gozada.  En Alemania también.  Esperaba tener algunas retenciones en los alrededores de Colonia o Hamburgo pero no tuvimos problemas.  Los kilómetros pasan rápido.  La idea era llegar a Puttgarden, y si daba tiempo cruzar en ferry a Dinamarca.

Llegamos pronto, sobre las 18:50.  Nunca había tomado un ferry y no había hecho reserva.  No tenía ni idea que hacer.  En este caso funciona como un peaje de autopista.  Un amable empleado te toma los datos, te cobra,  y te indica la línea en la que tienes que esperar.  Apenas 25 minutos después habíamos zarpado.  El precio: por un vehículo de menos de 6 metros de largo (incluye conductor) más dos pasajeros, 85 euros.  El trayecto dura unos 3/4 de hora.  El barco es enorme, incluso tenemos que ceder el paso al embarcar a... ¡un tren!

Interior del ferry, aparcamos al lado del tren.                 Foto Ana Blanca Ara

Nuestro ferry gemelo.                                                           Foto: Esteban Ara

El trayecto es entretenido, hay bastante tráfico marítimo y nos cruzamos con el buque gemelo al nuestro a mitad de camino.  Mientras tanto me entretuve haciendo fotos a las gaviotas.

Las gaviotas nos miraban curiosas.                                        Foto: Esteban Ara

Llegamos todavía de día y en el ferry he descansado, así que tomo de nuevo la carretera hasta otra área que tenía en mi agenda, la de Faro.  Pinchando aquí  podéis ver el artículo con información sobre el área.   Buen sitio para descansar después de estos tres días agotadores.

De momento muchas horas al volante, al final del día llevabamos acumulados 2243 km... pero al día siguiente empezaba lo bueno.  Dormimos con buenas vistas al mar y al puente.

Dormimos con excelentes vistas.                                         Foto: Esteban Ara

Hasta la próxima.