Göteborg / Gotemburgo (Suecia)

Seguimos en el día 5 del viaje.  Salimos de Malmö después de comer algo antes de las 3.  Hasta Göteborg circulamos por una buena autopista, sin mucho tráfico.  En las áreas de servicio se ven señales de que muchas disponen de zona para autocaravanas.  Entramos en una para vaciar las aguas grises y de paso ver un modelo de área sueco pero coincidió que estaba estropeada.  Había un operario arreglándola.  Se trataba de un borne compacto ubicado en un lateral de la gasolinera.

Centro de Göteborg, aparcamos al lado de la flecha verde.                                              Elaboración propia con Google Maps

Llegamos a Göteborg  alrededor de las 7 de la tarde.  Como no sabía dónde aparcar marqué en el navegador un parquin abierto del centro y me dejé llevar.   El parquin, de pago (21 SEK por 2 horas),  estaba al extremo de una calle muy empinada pero accesible.  Nos fuimos a pasear buscando el centro histórico.  Estábamos en una zona moderna, con un centro comercial cercano y oficinas.  Había partido de futbol.  Los aficionados daban un toque de color a las animadas calles y hacía un buen día con sol.  Nos pusimos a caminar y cuando ya estábamos cansados nos dimos cuenta que estábamos en el centro comercial y financiero pero lejos del centro histórico y que Göteborg es bastante grande.  De hecho es la segunda ciudad de Suecia con casi medio millón de habitantes.  Nos reorientamos, volvimos a la autocaravana y buscamos un sitio más cercano al centro histórico para pasar la noche y hacer la correspondiente visita por la mañana. Km recorridos 2262.

Ciudad moderna con tranvías antiguos                                                                                                               Foto: E. Ara

Como podemos ver en el mapa, el centro histórico de Göteborg está rodeado por un canal con una curiosa forma estrellada y aparcamos en la misma orilla, en Sahlgrensgatan.  Las coordenadas aproximadas de la calle son:  N 57.700742, E 11.963998, nada más cruzar el Viktoriabron a la derecha. Es de pago, para no variar.  Por la noche barato (30 SEK, unos 3 euros y medio desde las 21:30 hasta las 8:20).  Por el día muy caro (150 SEK desde las 8:30 hasta las 13:30, más de 17 euros).  Con estos precios puede que el Ayuntamiento o la empresa concesionaria de los aparcamientos estén contentos, pero disuaden al visitante a permanecer más tiempo en su ciudad.  Los comerciantes y restauradores agradecerían otra política más flexible.

El lugar parecía tranquilo pero… al caer la noche empezaron a pasar muchos jóvenes, bastante arreglados y aparentemente formales.  Se oía música de fondo, cerca hay algún recinto universitario.  El problema vino horas más tarde, cuando bastante pasados de bebida volvían gritando e incluso a alguien se le debió ocurrir encaramarse a la escalera de la autocaravana que sube el techo.  Por lo demás solo fue eso, algo de ruido por una fiesta, supongo, que puntual.

Suelo tener la costumbre de acostarme tarde, cuando todo se “normaliza” de cara a la noche y me gusta ver el entorno que a veces cambia de ambiente.  En este caso lo hizo.  Aparte de los jóvenes que iban a la fiesta, a partir de cierta hora, empezaron a pasearse por la zona señoritas con bolso ofreciendo sus servicios.

Los leones vigilan Gustav Adolf torg                                                                                                                Foto: E. Ara

Por la mañana dedicamos unas pocas horas a deambular por las calles del centro y el barrio de Häga, que en el plano podéis verlo en la parte inferior izquierda.  Los alrededores de Gustav Adolfs torg rebosan de animación.  Para los más jóvenes lo más interesante son los comercios, sobre todo los de carácter alternativo.

Interior de Shock Store, paraíso para los más alternativos.           Foto: E. Ara

El ahora caro y famoso barrio de Haga nos decepcionó un poco. Quizá para vivir sea interesante y sus edificios restaurados resulten interesantes para la gente acomodada y chic de la ciudad. Pero sus calles y casas de ladrillo rojo resultan monótonas y... están vacías.  Tan solo una calle tiene interés por sus comercios de todo tipo y tiene cierta animación.

La calle más animada del barrio de Haga.                                                                                                             Foto: E. Ara

A la una y media volvíamos a la autocaravana, justo a tiempo porque se acababa el ticket del parquin y los vigilantes estaban repasando la zona.  Nos hubiera gustado visitar más a fondo la ciudad pero habrá que dejarlo para otra oportunidad.  Alrededor de las 14:00 horas salíamos hacia Oslo.

Hasta la próxima.