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domingo, 27 de julio de 2014

La carrera Pekín-París de 1907

Lo que es preciso demostrar hoy es que, mientras que un hombre tenga un vehículo, puede hacer lo que quiera e ir a donde desee.”

Vale, de eso se trata.  Si lo anterior es cierto no será muy difícil hacer el viaje que dio origen a este blog.  Si era cierto cuando se dijo ésto más lo será hoy.  El mensaje terminaba así:

"¿Hay alguien dispuesto a emprender un viaje este verano desde Pekín a París en automóvil?"

¡Bravo!  Es mi primera idea, llegar a Pekín desde el extremo oeste de Europa, aunque no pase por París.  Lo más sorprendete es que el mensaje se firmaba en el periódico Le Matin el 31 de enero de 1907. 


Carrera Pekín-París
Portada  del periódico "Le Matín" del 31-enero-1907
Sí, hace 107 años, cuando el automóvil apenas tenía 20 de vida, esta visionaria idea, o locura según otros, se plasmó en la convocatoria que el diario publicó ese día.  Al advertir la magnitud de la propuesta el periódico se lo pensó e intentó cancelar la prueba.

No obstante se apuntaron 40 equipos que poco a poco fueron cayendo ante las dificultades de iniciar la prueba.  El día 10 de junio de 1907, a las 8 de la mañana, tan solo cinco equipos estaban en la línea de salida.  Cuatro de ellos terminaron la prueba. 

La ruta a seguir era... ¡Cómo!  No había ninguna ruta, no estaba predeterminada, cada participante podía ir por donde quisiera o, mejor dicho, pudiera.  Los cálculos estimaban entre 13.000 y más de 16.000 km. por territorios por los que lo único que había eran caminos de herradura, senderos y antiguas rutas comerciales no a adaptadas a este “moderno” sistema de transporte.  Tan solo se sabía el lugar del inicio de la prueba y la meta.

Participantes:

El príncipe italiano  Scipione Borghese,  el que más hizo porque la carrera tuviera lugar.  El más preparado y el que contaba con mejor financiación.  Vehículo: Itala 40, 40 HP,  de color rojo.  Llegó a París el 20 de agosto de 1907 con veinte días de ventaja sobre el segundo participante (una semana según otras fuentes). Lo acompañaba su chofer, Ettore Giuzzardi y el periodista italiano Luigi Barzini.

Itala de Scipione Borghese
El Itala de Scipione Borghese, el campeón.

Dos automóviles De Dion-Bouton.  Pequeños motores, 10 HP y poco robustos. Conducidos por mecánicos de la fábrica y pilotados por el periodista Georges Cormier y Victor Collignon.

carrera Pekín-París
Los automóviles de Dion-Bouton participaron con dos equipos.



Auguste Pons (padre de la cantante Lily Pons) y octave Foucault, franceses, con un Triciclo Contal.  Motor de baja potencia, 6 HP.   El primer tramo, nada más salir de Pekín lo realizó en tren porque el vehiculo botaba demasiado por aquellos caminos.  Unas fuentes dicen que al llegar al desierto del Gobi se dio media vuelta y abandonó.  Otras que el equipo tomó la imprudente decisión de deshacerse de equipo para aligerar peso, incluida el agua.  Fueron encontrados por una caravana a punto de morir. De ser cierta esta versión, el Contal debe encontrarse todavía debajo de la arena en algún punto del Gobi. Fue el único equipo que no llegó a París. 


Carrera Pekín-París
El triciclo Contal no terminó la carrera.


Sobre el último equipo aún hay más incertidumbre.  Se trataba de un Spyker holandés, de 15 HP.  Parece que el fabricante fue convencido para financiar a su cargo la expedición por un tal Charles Goddard, artista circense itinerante que nunca había conducido un vehículo.  Otras fuentes dicen que el piloto fue Jean Goddard acompañado de Jean du Taillis.  Desconozco si se trata de la misma persona.   El final de su carrera también es ambiguo.  Unas fuentes dicen que  Charles Goddard  fue arrestado por fraude en Berlín o en Enghien.  Otras fuentes dicen que Jean Goddard se tuvo que retirar por motivos de salud en Berlín y que abandonó la carrera.  Y para finalizar, otra versión dice que llegó a París a manos de otro miembro del equipo junto a los dos De Dion-Bouton.  De todas maneras protagonizó una hazaña al recuperar en dos semanas 5.000 km. en conducciónes de 24 horas, sin luces ni frenos delanteros.  La casa Spyker desmontó el vehículo y reutilizó su motor en un barco y hoy no se conserva.



Sin duda la tripulación más misteriosa, la del  holandés Spyker.


El premio consistió en una botella de champán, de ahí la tradición en las pruebas automovilísticas que ha perdurado hasta ahora.


Desde 1997 se viene reeditando la prueba con coches de época. Aquí os ofrezco el enlace a la página oficial por si alguien os animáis: Página oficial de la carrera Pekín-París

Pinchando en este enlace se puede ver una interesante colección de fotografías de la carrera.


Buen viaje y hasta la próxima,


(*)  Todas las fotografías han sido obtenidas de diversas fuentes de internet.  Desconozco los autores de las mismas.

lunes, 7 de julio de 2014

Documentación III. Tarjeta de Asistencia Sanitaria Europea

Diseñar rutas, ver mapas, soñar con lugares lejanos es lo más bonito y puede que lo más fácil de la preparación del viaje.  Pero hay otros aspectos prácticos que son menos interesantes de preparar pero resultan imprescindibles.                                                                                                                                                                                                              
Cuando salimos de viaje uno de los puntos importantes que debemos tener en cuenta es el sanitario.  Para viajar por parte de Europa hay un documento básico: La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE).

TSE, Tarjeta Sanitaria Europea (mod. español)                                                                                                     Foto: E. Ara

¿Qué es la TSE?  Se trata de una tarjeta gratuita que permite acceder a la atención sanitaria pública, necesaria por motivos médicos, durante una estancia temporal en cualquiera de los 28 Estados miembros de la Unión Europea, Espacio Económico Europeo (Islandia, Liechtenstein, Noruega) y Suiza, en las mismas condiciones y al mismo coste (la asistencia es gratuita en algunos países y con costes en otros) que las personas aseguradas en ese país.


Esto quiere decir que la estancia en el país extranjero debe ser obligatoriamente temporal por trabajo, turismo (lo que a nosotros nos interesa), estudios y no es válida cuando el desplazamiento tenga la finalidad de recibir tratamiento médico, ni tampoco es el documento adecuado cuando usted traslade su residencia habitual al territorio de otro Estado miembro.  Se tiene el mismo derecho que los asegurados del país por lo que si en ese país la asistencia recibida tiene algún coste deberá satisfacerse aunque ese servicio sea gratuito en el país de origen. 

Los organismos competentes para su emisión son los correspondientes de la Seguridad Social de cada Estado miembro.  En España reconoce el derecho el Instituto Nacional de la Seguridad Social, INSS, aunque la emisión del plástico es un “servicio externalizado”.   Por lo tanto, si después de su petición por teléfono o internet no llega a sus domicilios en una semana, acudan lo más rápidamente posible a una oficina del INSS (servicio de cita previa) porque hay algún problema.  Allí se lo solucionarán, harán una nueva petición y la recibirá en su domicilio.

Importante – La tarjeta sanitaria europea:

  • no es una alternativa al seguro de viaje. No cubre la asistencia sanitaria privada ni costes tales como el vuelo de regreso a su país de origen o la pérdida o sustracción de sus pertenencias,
  • no cubre sus gastos si viaja con la finalidad expresa de recibir tratamiento médico,
  • no garantiza la gratuidad del servicio. Como los sistemas de asistencia sanitaria de cada país son diferentes, los servicios que en su país son gratuitos pueden no serlo en otros y viceversa.

Por último les dejo el video de promoción que hizo la Comisión Europea para promocionar el uso de la tarjeta:


Hasta la próxima y feliz viaje,

miércoles, 2 de julio de 2014

Oslo, segundo día

Ruta por la península de Bygdoya                                                                                            Confeccionada on Google Maps



Iniciamos nuestra segunda jornada en Oslo con una agradable excursión a pie por la península de Bygdoya.  Son cuatro kilómetros atravesando campos,  granjas y urbanizaciones con chalets.   Casi al final se encuentra el objetivo que íbamos a visitar.  Hay varios museos.  El Museo del Barco Vikingo es seguramente el más conocido.  No recuerdo el precio de la entrada porque perdí los tickets.

Museo del barco vikingo
El Gokstad                        Foto: E. Ara


No es un museo grande pero alberga los esqueletos de varios e imponentes barcos de negra  madera de roble, el Oseberg y el Gokstad.  En su clase los mejor conservados del mundo.  Hay un tercero, el Tune, del que solo quedan fragmentos.  Fueron construidos en el siglo IX y usados con fines funerarios para la nobleza vikinga.  Los encontraron en la zona del fiordo de Oslo.  El resto de la exposición son objetos rescatados de los barcos aunque sus tesoros fueron saqueados.


Casi juntos se encuentran los museos Fram y Kon-Tiki.  El museo Kon-Tiki contiene fondos sobre las diversas experiencias de navegación de Thor Heyerdahl que navegó con balsas de totora atravesando el océano Atlántico y Pacífico.  Leí de joven un libro suyo y me resultó muy interesante pero no entramos al museo.

Museo Fram
Cubierta del Fram                                                                      Foto: E. Ara






Optamos por el museo Fram.  Fram es el nombre del buque que se encuentra adentro, dicen que el barco más resistente jamás construido.  A las órdenes de Nansen y Amundsen hizo expediciones por zonas árticos y pasó la mayor parte de su vida atrapado en el hielo.

Cámara personal de Amundsen                                            Foto: E. Ara





Además del barco, en el que se recrean las condiciones de vida de los expedicionarios, hay detalladas exposiciones acerca de diferentes expediciones árticas y mucha información, como no, sobre
Amundsen.  Una  curiosa experiencia es una habitación "climatizada" con las temperaturas que debieron soportar aquellos intrépidos navegantes.


Muy cerca de la salida del museo Fram hay un muelle en el que se puede coger un pequeño ferry (91) que a precio de bus normal (125 NOK los 3 pasajeros) nos lleva al centro de la ciudad.  Enfrente del Ayuntamiento de Oslo.  Es un gran edificio de ladrillo rojo oscuro donde se entrega, el 10 de diciembre, el Premio Nobel de la Paz.


Reloj del Ayuntamiento de Oslo                                                                                                                    Foto: E. Ara

Visitamos a la entrada de la tarde un, llamémoslo zoológico privado, está situado en ....., dentro de un edificio aparentemente normal.  Se trata de un reptilario de los méjores que he visto.  En el Parque de Reptiles de Oslo, Reptilpark, pueden verse más de cien especies de reptiles, desde las pequeñas ranas hasta los grandes cocodrilos, y algún insecto y arácnidos muy interesantes.  No ponen ningún problema en hacer fotografías.  Los tres tickets nos costaron 270 NOK.

Reptilpark (Oslo)
Dendrobates tinctorius (Reptilpark)                                                                                                                      Foto: E. Ara

Dedicamos el resto de la tarde a hacer algunas compras por el centro, cerca de la catedral.  En esta ocasión estaba abierta y pudimos visitarla brevemente por dentro.  Data de finales del XVII y lo más interesante, quizás, el retablo y las vidrieras de Emanuel Vigeland, hermano del escultor. 

Dentro de la Catedral de Oslo
Vidrieras de la Catedral de Oslo, de Emanuel Vigeland                                                                           Foto: E. Ara

Regresamos en autobús hasta nuestra autocaravana y nos adaptamos a la costumbre local de la barbacoa de usar y tirar.  Nos despedimos de Oslo, al día siguiente saliamos dirección norte.

Hasta la próxima.